La dificultad de estos dibujos para colorear es progresiva. Permite al niño que aprende a escribir afinar los gestos que le servirán para la escritura, sin sentirse nunca en fracaso, lo que es uno de los fundamentos de la pedagogía Montessori. Permite al niño mayor divertirse y recuperar la calma si está un poco cansado o enojado.
Es una historia para los niños qué enpiezan a leer. Leen las palabras que conocen y los padres leen el resto. Los niños dicen el nombre que corresponde a los dibujos. Así se dan cuenta de que las palabras son símbolos de objetos o conceptos, como los dibujos.
El humor y el juego desdramatizan el aprendizaje.
Pueden inventar otras historias y dibujar o pegar fotos.
Al recortar revistas o fotos impresas desde Internet, los niños (y los adultos) pueden dar rienda suelta a su imaginación y a su creatividad. ¡Podemos hacer sombreros, pero también vestidos muy bonitos!
Puedes cortar y pegar el juego en cada lado de un cartón. L@s nin@s inventarán figuras o tratarán de reproducir los personajes y los animales. Por supuesto, es más difícil cuando no se ve la forma de las piezas y los colores.
Se trata de dibujar la parte que falta copiando la otra al revés.
En realidad es un juego que permite mejorar el sentido de observación, la comprensión de la simetría y, para los pequeños, los gestos finos de la escritura. Dependiendo de si los niños son diestros o zurdos, elegirán uno u otro de los dibujos.
¡Es tan fácil! Escoge una foto, córtala en tiras, mezcla las tiras, corta en la otra dirección. ¡Ahí está! ¡Has hecho tu propio rompecabezas o… un cuadro de "arte abstracto"!